Piensa como adulto,
vive como joven,
aconseja como anciano
y nunca dejes de soñar como niño.
Un niño es el tesoro más grande del mundo
cuídalos con el ejemplo para que sean
hombres y mujeres de bien.
Un niño siempre puede enseñar tres cosas
a un adulto: a ponerse contento sin motivo
a estar siempre ocupado en algo y a saber
exigir con todas sus fuerzas aquéllo que desea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario